marcialgomezmartinSemblanza de un luchador

Tal como indica el título de esta entrada ese es el tiempo que Marcial ha dedicado como Director al Instituto Ribera del Tajo, aunque han sido muchos más como docente.


Ahora es el momento de su jubilación, por este motivo el próximo viernes 14 de diciembre de 2012, celebraremos una cena en homenaje a nuestro compañero y maestro Marcial Gómez Martín, director del I.E.S. Ribera del Tajo. Han sido muchos sus años de entrega a la enseñanza: desde sus inicios en el Fernando de Rojas, su paso por varios institutos como el de Almagro o el de Torrijos, hasta recalar de nuevo en Talavera, en el Juan Antonio de Castro y culminar su periplo andariego en el Ribera del Tajo, su Ribera del Tajo. Decimos su Ribera del Tajo porque formó parte de él desde su nacimiento allá por el curso 1988-89. Asumió su dirección en 1994 y ha continuado hasta el presente. Durante este tiempo nos ha dejado testimonio de cómo entiende la enseñanza ya que, desde que tomó las riendas de este Centro, lo ha comprometido en cuantas empresas en pro de la calidad y la innovación han ido surgiendo a lo largo de los años.


Desde sus inicios como Centro de F.P., comenzó la ya lejana incorporación de la E.S.O. (Enseñanza Secundaria Obligatoria) de forma pionera. Se antojan antiguos los días en que el Centro emergió a la orilla del río, en medio del cañaveral, en una zona natural, compartiendo las instalaciones con otro instituto, tras haberse desgajado del Juan Antonio de Castro, llevándose las Ramas Profesionales de Administración, Sanitaria e Informática a su nueva ubicación. Poco tardó en irse haciendo un hueco por méritos propios en la familia de la Enseñanza en Talavera. En el año 1994 Marcial comenzó su andadura ya como director. Su personalidad emprendedora, exigente y comprometida con las buenas prácticas educativas, al igual que sus ideas innovadoras, animando al Claustro de profesores a implicarse, con él a la cabeza, en cuantas propuestas pudiesen suponer mejoras en la docencia del Centro, en sus instalaciones y en su proyección futura, han ido perfilando en gran medida lo que ahora es el Ribera del Tajo: un Centro educativo de reconocido prestigio, caracterizado por la búsqueda de la excelencia en todas sus etapas educativas y por su continua participación activa en el mundo cultural tanto a nivel local como nacional. Hay diferentes premios e iniciativas que avalan esta trayectoria: Premios nacionales de FP, programa Profundiza de Excelencia en Matemáticas, programa E-Twinning, Proyectos de Innovación, Secciones Bilingües en inglés, viajes culturales a Francia e Inglaterra, inmersión pionera en las Tecnologías de la Comunicación e Información (TICs)

 

Marcial Gómez ha luchado por colocar al Ribera del Tajo y toda su comunidad educativa en las mejores condiciones para mantener su nivel de enseñanza, favoreciendo, animando y alentando proyectos como por ejemplo el aula de convivencia, creándola antes de que se implantase en Castilla-La Mancha, o el desarrollo de un programa de Mediación en conflictos y otro de Educación en valores. Son, en fin, una serie de hitos que ahora recordamos y que a los demás nos toca mantener y mejorar. No será fácil y menos aún en los tiempos que corren.


Echaremos de menos especialmente su ímpetu ilusionador y su apasionamiento en la defensa de aquello en lo que cree. Quienes le conocemos, sabemos que continuará siendo igual: un hombre íntegro, convencido y fiel a sus principios, litigante en la defensa de sus convicciones, comprometido con la sociedad que le ha tocado vivir, participante activo en el diseño de un mundo mejor, más justo, exigente en todos sus empeños con la acción y con la palabra, inquieto, vivaz, emprendedor y sobre todo lo anterior amigo de sus amigos. Echaremos de menos a diario su palabra y sus gestos, sus buenos consejos basados en la experiencia y el buen juicio e intentaremos continuar con esa labor en la que nos ha mostrado lo que significa ser enseñante por vocación. Perdemos como compañeros lo que otros ganarán en sus nuevos círculos sociales: su vitalidad y cercanía. No perderemos de ninguna manera aquello que nos ha legado y que forma parte ya de nuestro acerbo vital, el significado de la amistad y del compromiso con una vocación por y para la que se vive.