¿CÓMO ABORDAMOS LA CONVIVENCIA?

Aprender a vivir juntos, aprender a convivir con los demás, además de constituir una finalidad esencial de la educación, representa uno de los principales retos para los sistemas educativos
actuales.

Una de las percepciones más extendidas en nuestra sociedad, es el progresivo incremento de los problemas de convivencia en los centros educativos, consecuencia, quizás, del cambio social. Es evidente que nuestra sociedad está cambiando a velocidades vertiginosas y nosotros, desde el ámbito social que nos corresponde, debemos intentar responder a las nuevas necesidades afrontando nuevos retos.

Nuestro interés se suma al del resto de la sociedad. Es necesario que nos ocupemos del desarrollo de las cualidades para ser un buen ciudadano, es decir, de la capacidad para ejercer derechos y deberes, aprendiendo a respetar a los demás, por encima incluso de la formación académica y los conocimientos necesarios para obtener una titulación.

Movidos por dicho interés llevamos a cabo múltiples planes de actuación que se concretan en:

A) Orientamos las tutorías de la E.S.O.  hacia el objetivo principal de mejorar la convivencia, trabajando en grupos desdoblados la asertividad del individuo, para ello abordamos cinco
campos.

B) ¿Cómo enseñar a los alumnos las capacidades sociales básicas para una buena convivencia? Una de las mayores preocupaciones del profesorado en el centro es el clima de convivencia que se produce en el grupo. En no pocas ocasiones se producen situaciones conflictivas que además de ser indeseables, impiden el normal desarrollo del aprendizaje e imposibilitan la convivencia.

El aprendizaje de la convivencia en la escuela se produce no tanto a través de la instrucción explícita, como a través del modo en que en ella se convive. Comunicarse, cooperar, ser solidario, respetar las reglas es algo que, además de ser objeto de enseñanza, ha de constituir el entramado de la vida escolar. Enseñar a convivir, tiene que ver con una de las funciones esenciales del centro escolar. Para conseguir que el diálogo se convierta en el método habitual de solucionar los problemas cotidianos surgidos entre la comunidad educativa, pusimos en marcha el Equipo de Mediación, formado por profesores y alumnos.

c) Para contribuir al buen ambiente en los grupos, algunos alumnos  se ofrecieron como alumnos ayudantes contando con el apoyo de sus compañeros para acoger, informar y resolver dudas de
los alumnos nuevos y en general para garantizar un buen clima dentro del aula.